miércoles, 30 de abril de 2008







1 comentario:

Carmen Iglesias dijo...

Erase una vez una adolescente de 15 años con un trastorno de personalidad a la que la Delegación de Educación ¿"escolarizó"? en el C.E.E.Carmen Polo provisionalmente mientras no se encontraba un centro adaptado a sus necesidades. Sus padres fueron a visitar el centro y observaron el envoltorio durante unos 15, tal vez 20 minutos. Esto ocurría en el mes de diciembre de 2006. Finalizado el curso escolar 2006-2007, Educación todavía no había encontrado centro para la menor. Lo cierto era que se habían quitado un "muerto" de encima. Comenzó un nuevo curso escolar 2007-2008 y la menor seguía en dicho centro. Su mamá comenzó a escarbar porque no entendía que hacía su hija en un centro para niños con minusvalías psiquicas, físicas y con otras particularidades más o menos graves. Averiguó que su hija estaba en ese centro de forma irregular e ilegal. Por otra parte en el nuevo curso empezaban a "escolarizarse" menores que no correspondían a ese centro. Hacía repetidas llamadas al centro para interesarse por su hija,y el por que cada fin de semana llegaba al domicilio en un estado de agresividad que no era capaz de entender. Nunca conseguía hablar con la directora de dicho centro y siempre contactaba con una mujer que parece ser "¿una trabajadora social?".Esta señora tranquilizaba a esta madre porque su niña estaba tranquila en el centro, era feliz como en el mundo de "Pin y Pon" y además tenía que estar agradecida porque seguía una ¡¿terapia?! las tardes de cada miércoles con la ¡¿directora-profesora?! y la ¡¿trabajadora social?! ¡Cuán feliz estaba la mamá!No tenía que preocuparse, casi, casi la mamá llegó a pensar que la culpable era ella, que su hija al fin y al cabo era feliz y aprendía muchas cosas buenas en el C.E.E.Carmen Polo. Pero la madre comenzó a desconfiar de tantas buenas cosas, todo dulzura, mieles y claro, como era una toca-narices sospechaba sobre el interés que tenía la dirección en que su hija a la que tanto querían los profesores y sobre todo la directora y observando que su niña no pertenecía al centro, que su coeficiente intelectual era normal, esta madre se preguntaba:"¿por qué tanto interés en que mi hija siga en este centro si se está convirtiendo en un parásito,si está retrocediendo a nivel intelectual, académico y social?". Pues encontró la respuesta. DINERO. De pronto sucedieron unos hechos muy graves que no podían ocultarse porque la niña en cuestión podía hablar, defenderse, oir y además podía contárselo a su mamá y si no a su psicóloga (que pagaba su mamá)y no tuvieron más remedio que telefonear. Pero no crean ustedes que fue la señora directora la que realizó la llamada. NO. Fue otra persona. Y la mamá se cabreó. Y se armó el lío. Y la mamá toca-narices fue al centro y se limitó a observar. Y observó y escuchó y a esta mamá la señora directora le dijo que su hija fabulaba. Es decir, era fantasiosa. Y entonces esta mamá comenzó a recordar datos, fechas, comentarios que su niña le había manifestado en diversas ocasiones y la madre contrastó toda la información que le hacía llegar su hija con las personas afectadas y testigos de los hechos que le había comentado la fantasiosa de su hija. ¡Y resultaron ser ciertos!
Lo peor es que se habían burlado de su inteligencia y para más inri intentaban ocultar unos hechos bajo la fantasía de una menor. ¡QUE COBARDÍA!
A los padres/madres/familiares/tutores les digo: No hay peor ciego que el que no quiere ver, ni peor sordo que el que no quiere oir.

Se puede engañar a algunos todo el tiempo, y a todos algún tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo. Al final, todo aquello que está debajo de la tierra, el tiempo lo sacará a la luz.

A la señora directora del C.E.E. Carmen Polo digo:
Hay que saber distinguir el significado de fantasía, fanfarronada, mentira o verdad. Hay que diferenciar quien es o no, persona fantasiosa y las circunstancias en las cuales se manifiestan las fantasías.

Y considero como madre de mi hija que usted, señora directora no está capacitada para hacer una valoración y realizar las manifestaciones que ha realizado al decir que mi hija es fantasiosa. Para hacer esa valoración existen terapeutas con una larga trayectoria profesional y con una credibilidad (ej. el equipo que trata a mi hija), y por supuesto yo, como madre de mi hija y haciendo referencia a lo arriba indicado, puedo decirle que sé perfectamente distinguir cuando mi hija miente, fanfarronea, dice verdad o fantasea.

Podemos, según conveniencia de cada cual, a pesar de carecer de la capacidad profesional o de otra índole manifestar lo que consideremos en beneficio propio para eximir responsabilidades, pero tratándose de menores, los responsables somos los adultos, no se le olvide.

Desde aquí y a todo el mundo en general apelo a toda aquella persona que quiera ponerse en contacto conmigo para deshacer el envoltorio que recubre el centro Carmen Polo. Puedo entender el miedo, aunque no lo comparto. Necesito verdades, realidades y no ficción. Sé que todos los datos que tengo en mis manos son verdad porque el testimonio de mi hija es verdadero, como madre no voy a consentir que se manche su nombre. Apelo a la sensibilidad y a la honradez de todos aquellos trabajadores que saben todas esas cosas que todos gritan en silencio. Mi hija puede defenderse porque sabe hablar, discernir entre el bien y el mal, y tiene a su madre. ¿Quién defiende a esos niños y adultos que no pueden hacerlo por si mismos?¿Que no pueden hablar? Pero pueden sentir. Sienten miedos, dolor, tristeza.También soledad ¿Quién va a ayudarles? ¿Por qué callar la verdad?

Yo no me escondo, prometo apoyar a quien necesite mi ayuda para destapar verdades y para quien quiera ponerse en contacto conmigo puede hacerlo en mi correo:car.maran@hotmail.com.Pueden hacerme llegar todas las manifestaciones que consideren. Me reitero en mi promesa de no hacer público el nombre de la persona que me escriba si ese es su deseo.

Quisiera decir una última cosa:
HAY HOMBRES QUE SOLO SON VALEROSOS POR LA COBARDIA DE LOS DEMAS.
Un saludo